Miedo a defender tu tesis?

En muchas universidades ya llega el momento de defender la tesis o tesina. Falta solamente un paso para obtener tu título. Pero…”esa sensación” en el estómago parece decir que no es un simple pasito de baile!
Todas los cambios producen zozobra, ansiedad, un poco de angustia, algo de estrés, incertidumbre…, queremos sentir que el momento pasó. 
Aunque también puede ser un momento genial por transformarte definitivamente de alumno en profesional!

Tu esfuerzo intelectual tiene que ser expuesto y defendido ante autoridades y evaluadores. Se acerca el momento y los nervios crecen, pero hay una buena noticia: podemos usar algunos tips y detalles que te darán más seguridad. Elegir los que te hacen sentir mejor, es un buen camino.

1) Organizarse, crear un esquema. Usar tarjetas o tarjetones. Deben llevar información concreta y de orientación para seguir la exposición. La organización ayuda al control, y el control te dará tranquilidad para expresarte. No se deben leer como un discurso.  No deben distraerte del contacto visual que es lo más importante con tu audiencia.
2) Equilibrar el tiempo disponible jerarquizando los aspectos más relevantes de la presentación y asegurarte que no queden temas sin mencionar.
3) Practicar, practicar y practicar. Todos son bienvenidos para tu auditorio: amigos, familia, mascotas! Y si no se consigue a ningún valiente, el espejo es tu aliado. No te olvides de la parte gestual!
4) Familiarizarse – si es posible- con el salón donde estarás. Listar los elementos y soportes que podrás necesitar: luces, enchufes, cámaras, proyectores, alargues….no te olvides de un señalador láser. Si es posible, trata de llegar varios minutos antes para familiarizarte con la atmósfera y verificar el estado de los elementos que utilizarás.
5) Encontrar técnicas que alivien la tensión y faciliten la oxigenación. Pueden ser algún ejercicio simple de relación – revisa nuestro blog y lo encontrarás-, puede ser algún truco personal que disimule “ese gesto de jugar con el pelo, o comerse las uñas, o mirar hacia el piso”. No te olvides de respirar profunda y tranquilamente antes de entrar, y sonreír. SIEMPRE. Una sonrisa simple, irradia luz y tranquilidad a la audiencia. 
6) Preparar una presentación personal breve y atractiva, antes de situar el tema de tu discurso. Este es el momento de dar el panorama general de lo que escucharán. Toda charla en público tiene la estructura parecida a un libro: introducción, desarrollo y cierre. 
7) Se puede ir añadiendo información programada a medida que se avanza. La parte central del discurso tiene que proporcionar la información más relevante. No dejarla para el final.
8) Si es posible, no te quedes sentado. Se puede “pasear” frente a la audiencia, siempre mirándolos sin incomodar, pero manteniendo conexión, sonreír con discreción, hablar pausado y mover los brazos o el cuerpo con tranquilidad. 
9)Ofrecerles contestar toda pregunta que deseen hacerte y agradecerles por el tiempo y especialmente por la atención que te otorgaron.

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